Arranco el mundial y tengo que reconocer que me entusiasma.
A pesar de no vibrar en absoluto la energía del fútbol, es bueno sentir
que al menos por unas semanas vamos a estar dispuestos
a abrazarnos,
a tirar para el mismo lado,
a gritar de alegría y no de odio,
a sentirnos cómplices de algo noble,
a juntarnos,
a sacralizar cada momento, cada encuentro,
a jugar el juego de que cada oportunidad que tenemos -en la cancha o en la calle-
de ganar, vivir o ser felices...
es ÚNICA!
Y que si no le metemos pila cuando se presentan,
nos quedamos circulando en los octavos de final para siempre.
Así que, META!!!!
EL TIEMPO ES HOY!
VAAAAMOOOOOOSSSSS!!!!
CORAZÓN PLENO Y VERDADERO,
PISADA FUERTE,
FRENTE EN ALTO,
Y A LA CANCHA!!!